Las condiciones del ambiente de trabajo se relacionan estrechamente con el rendimiento del personal, donde la iluminación es uno de los factores clave, ya que puede favorecer el desempeño o afectar de manera negativa la productividad.
En un estudio realizado
por la universidad de Cornell en Nueva York, se reveló que una iluminación ideal
podría incrementar la productividad hasta en un 5%, mientras que otro estudio
realizado por la Sociedad Norteamericana de Diseñadores de Interiores, arrojó
que más del 68% de las personas que trabajan en oficinas han experimentado
molestias asociadas a una inadecuada iluminación en su área de trabajo tales
como fatiga visual, estrés, jaquecas, agotamiento y falta de atención.